sábado, 29 de diciembre de 2012

¿Falda-pantalon para jugar?


 
 
En esta entrada voy a compartir con vosotros una anécdota que me sucedió hace ya unos días. Me encontraba en un vestuario femenino, de un polideportivo, mientras  me arreglaba entraron dos niñas, de unos 5 a 8 años, con una mujer. Ellas mantenían una conversación, la más pequeña le contaba a su amiga, que era un rollo el colegio, bueno el uniforme, porque los niños solo llevaban la camiseta, los pantalones y la chaqueta. Y ella tenía que llevar un pichi, la camisa, leotardos o calcetines largos, zapatos y la chaqueta. No pudiendo jugar a las cosas que le gustaban, que para ella el mejor día del año en el cole, era el que llamaban particular, porque podía ir vestida como a ella le gustaba para jugar. Se quejaba porque decía que los niños siempre iban cómodos y podían jugar a todos los juegos que ellos querían, mientras ellas tenían que ir con ese maldito vestido (que se movía la falda estirándose y enfadada).

Pues bien, me quede paralizada, después lo comente con algunas compañeras de clase, y aproveche para unirlo a la ideología de sexismo (resumido en el blog de nuestros compañeros Rubén y Omar). Este tema abrió un debate entre nosotras, ¿los padres pueden hacerles ver que aunque vaya de forma diferente vestida  la manera de enfrentarse a las distintas actividades es la misma? ¿Deben mantener la compostura las niñas por el simple hecho de serlo? ¿Si a los niños se les arregla el uniforme cuando lo rompen por utilizarlo en sus juegos, no puede hacerse lo mismo con el de las niñas? Pero hablando sobre este tema fuimos mas allá, aquello que no es material, si no psicológico, ¿cómo ayudas a tu hija cuando viene llorando del colegio porque le dicen marimacho, chicote, o algunos de los insultos que los niños utilizan para referirse a aquellas niñas que practican alguna actividad? Porque ante un balón decimos niños y una cuerda de saltar es de niñas, donde empieza el problema, y como lo podemos erradicar desde nuestra materia la Educación Física.

 

Pues bien, mi conclusión es que a cada niño hay que mostrarle cuantas más actividades mejor, dando lo mismo la camisa, falda o vestimenta que utilice, lo importante es que vivencie esos juegos dejando a un lado la forma en la que lo realice, y mostrándoles el fondo de cada uno. Comenzando por no hacer divisiones ni de materiales, ni de espacios, ni de grupos, no siendo el único rasgo que los diferencie el sexo. Aquella niña que me hizo reflexionar podría ser yo, y esta situación no se encuentra muy lejos de nosotros, digamos que siguen existiendo profesiones, estudios para hombres y mujeres. ¿Se están más preparado simplemente por la condición hombre o mujer para desempeñar según qué empleo? Si calculamos el porcentaje de alumnas en nuestra aula frente al de los alumnos, o por el contrario, vayamos a un aula de enfermería y calculemos el número  de alumnos que encontramos en esa carrera.

 

¿Cómo se podrá conseguir el cambio respecto  esta ideología tan interiorizada en nuestra sociedad? Pues yo no encuentro la respuesta, quizá sea porque nosotros queremos convencernos de que somos una sociedad muy avanzada y que progresa a pasos agigantados, pero ante el sexismo o igualitarismo, para mi debería hablarse de trato equivalente, tratar a las personas de manera similar en aquello que sean iguales y diferente en aquello que sean distintos, según mi parecer aún tenemos mucho camino que recorrer.

 

1 comentario:

  1. Es curioso. Cuando era estudiante hicimos un trabajo juegos infantiles en los parques. Y una de las conclusiones es que las niñas con falda apenas usaban las zonas de juego. Y si lo hacía, no utilizaban equipamientos como el tobogán o los columpios, sino que se quedaban pasivas. Hoy día el tema toma otras derivadas, como es el caso de las chicas con hijab.., UN tema muy interesante!!!

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